Cuando el viñador ata la vid al alambrado, emparrándola además verticalmente y contra una estaca, para intentar controlar el crecimiento, evitando que las ramas crezcan descontroladas; lo hace con el objeto de aumentar su vigor para que esta, dé mucho fruto. La energía de la vid se concentra en la creación de menos pámpanos y flores pero con mayores recursos disponibles con el fin de producir racimos de uvas más grandes. La estaca a la que una planta es atada se llama “tutor”. Estas estacas y alambres soportan la fruta de modo que no se caiga y se dañe, o que se pudran. Parece que todo tiene que pasar por pérdida y restricción. Esto me hace pensar en la cruz que sostenía nuestro Salvador y que se nos manda a cargar cada día. Aquí vemos al viñador utilizando cañas para atar a la vid. En la cruz Él usó clavos. Dar frutos es un proceso doloroso.
Gracias por sus oraciones durante mi visita a Argentina. El Señor me bendijo con un mes de lindo aprendizaje y hermosos grupos de obreros.
saludos quisiera saber mas del discipulado, gracias